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LYNCH (ONE) / EE.UU. / 2007
Dirección y Guión: blackANDwhite
Productora: Absurda / Hideout Films / Oneblackarm Films

Música: Sune Martin y Boss Whitley
Fotografía: Morten Søborg

Ya lo dijo el bueno de Philip K. Dick, los marcianos llegan en oleadas. Tras meses y meses sin mentar a uno de mis directores-fetiche, en poco tiempo han caído por aquí CARRETERA PERDIDA, SURVEILLANCE y esta gran sorpresa de nombre LYNCH (ONE), que me ha pillado totalmente desprevenido. Lo fácil sería decir que es un documental sobre la figura de David Lynch, evidentemente, pero la cosa va un poco más allá. Quien se espere una detallada biografía de sus peripecias, un sesudo recorrido por su obra cinematográfica y variadas entrevistas del personaje en cuestión y amigos y familiares va de culo, amigos. Apenas nada de eso nos encontramos en LYNCH (ONE), o al menos del modo que uno puede preconcebir. El colectivo nórdico que se autodenomina blackANDwhite (ni idea de donde han salido) ha tirado por la tangente y ha construído (o más bien deconstruído, como Ferrá Adriá con sus experimentos culinarios) un auténtico documental "lynchiano" sobre la figura de Lynch, en el fondo y en la forma, jugando con curiosas instantáneas captadas directamente de la vida cotidiana del norteamericano durante dos años (2004-2006), siguiéndolo en sus labores creativas mayormente, que curiosamente sólo en ocasiones tocan el cine.

Cualquiera mínimamente interesado por su figura ya sabe que las actividades creativas de David Lynch abarcan también la fotografía, la pintura, la escultura, la ebanistería y cualquier cosa que, simplemente, le llame la atención, incluída la meditación trascendental y la música. Todo eso y un poco más está concentrado y retorcido en la escasa hora y media del documental, estructurado por piezas que se basan, libremente, en conceptos muy cercanos a todo el universo de Lynch. Es un opíparo festín tener la posibilidad de meter las narices en la intimidad creativa de este tipo tan (aparentemente) extraño, de escucharle charlar sin ser entrevistado, de observarle desarrollar ideas y de plasmarlas en los más diversos ámbitos. Y por si esto fuera poco, todo ello enmarcado en el delirante proceso que le llevó a maquinar primero y registrar en video digital después ese monumento llamado INLAND EMPIRE, auténtica muestra de su inagotable pasión por dirigir. Es una gozada escucharle divagar acerca de una película que aún no existe mientras alucina en colores con la belleza de una fábrica abandonada en Polonia, compartir sus dudas y momentos de "bajón" entre cigarrillo y cigarrillo o admirar un viejo gramófono roto como si fuese el Arca de la Alianza. Un placer ser testigo de su negrísimo y juvenil sentido del humor, escuchar sus delirantes anécdotas (que suelen culminar en una carcajada al unísono del equipo de rodaje) y quedarse embobado (como él a veces) divagando acerca de dónde demonios provienen las ideas. Divertido verle juguetear con una cámara de fotos digital en una fábrica ruinosa, secuencia que termina con un curioso numerito que hace que, en un segundo, un relajado paseo se convierta en una inquietante estampa lynchiana, protagonizada por él mismo ("¡Hey Sally!... ¿you remember me?")... y más divertido aún verle dar órdenes en el rodaje polaco de INLAND EMPIRE, hasta el punto de acabar a gritos con todo el mundo en un ataque de mala leche que dura muy poco (lo rubrica con un chiste sobre Einstein). En medio de todo esto, Lynch friega el suelo de su set o agarra la radial para partir por la mitad una vaca en miniatura o se lía a martillazos con una pared de un decorado para ver si queda bien una puerta.


En fin, una absoluta delicia que se aleja de casi todo lo que se ha escrito y filmado en plan "académico" sobre Lynch y que nos lo presenta de una forma mucho más orgánica e íntima, más cotidiana, el universo mental y artístico de este tipo y que nos regala el inmenso placer de contemplar en tiempo real las actividades de uno de los genios de nuestro tiempo. A mí me dejó con ganas de más...

PD: los extras del DVD (ya editado en España) son tan suculentos como el propio documental. Atentos al montaje con un montón de fotos del propio Lynch (una maravilla para cualquier aficionado a la fotografía), versiones extendidas de algunas de sus apacibles charlas y los teasers de LYNCH (TWO) y LYNCH (THREE), algo que aún no sé si es un chiste o un proyecto con futuro...

- Lo mejor: el placer de husmear en los apasionantes vericuetos mentales de este hombre

- Lo peor: que el nombre de Lynch te provoque alergia inmediata...


CABEZAS




Os dejo con el trailer del documental (echadle un vistazo, merece la pena) y de regalo, al fin, con el videoclip de Speed Roadster, el tema que compuso e interpretó para la banda sonora de SURVEILLANCE




1 vituperios:

Karba dijo...

Nada, un placer, para mí también fue una verdadera sorpresa este documental.