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MAX PAYNE / EEUU / 2008
Dirección:
John Moore.
Guión: Beau Thorne; basado en el videojuego.
Producción: John Moore, Julie Yorn y Scott Faye.
Música: Marco Beltrami y Bucks Sanders.
Fotografía: Jonathan Sela.
Montaje: Dan Zimmerman.
Diseño de producción: Daniel T. Dorrance.
Vestuario: George L. Little.
Interpretación: Mark Wahlberg (Max Payne), Mila Kunis (Mona Sax), Beau Bridges (B.B. Hensley), Chris "Ludacris" Bridges (James Bravura), Olga Kurylenko (Nathasha), Amaury Nolasco (Jack Lupino), Chris O'Donnell (Jason Colvin).

Vas caminando por la calle una noche de un fin de semana cualquiera, vuelves solo a casa con un agujero en el estómago y la imagen de algo comestible bulle en tu cerebro. Pasas delante de un McDonalds. Las luces brillan, reclaman tu atención. Sin pensarlo ya estás dentro devorando un trozo de carne y pan que sabe igual en cualquier parte del mundo. Cuando llegas a casa sigues con hambre, notas una ligera acidez de estómago y la hamburguesa no es más que un recuerdo difuso. A la mañana siguiente ni siquiera recuerdas que anoche devoraste una hamburguesa. Eso es MAX PAYNE.


Me resulta hasta difícil explicaros lo insulsa que es esta película sin alma. Todo está en su sitio, aparentemente, pero nada de lo que sucede en pantalla despierta el más mínimo interés: ni la trama, ni el apartado visual, ni los diálogos, ni los actores, ni un solo plano... nada. Las imágenes y los minutos transcurren cansinos, aburridos, estúpidos hasta que en el plano final uno suspira aliviado antes de sufrir esos horripilantes créditos en 3D que parecen sacados del sueño onanista de algún tarado de la Asociación Nacional del Rifle. No hay la más mínima tensión ni intención de que la haya: todo en esta insulsa hamburguesa audiovisual transcurre por caminos más que trillados, y lugares comunes. Ni siquiera ese aspecto de policiaco con ribetes fantásticos hace arquear ni una sola vez las cejas. Las supuestamente espectaculares escenas de acción con millones de tiros y casquillos volando se han visto mucho mejor en muchas otras pelis. Mucha pose tenebrosa de postal, montaje videoclipero y estética gótico-postmoderna que no logra, para más inri, disfrazar un poco la interpretación (por decir algo) de un Mark Wahlberg hierático, inexpresivo y con permanente expresión de estreñimiento, incapaz de insuflar un poco de vida a su personaje, que sólo parece tener dos registros: con chupa de cuero y sin ella.


MAX PAYNE es un lamentable, penoso, casi insultante ejemplo del cariz que la mayoría del cine comercial yanqui ha tomado en los últimos tiempos: montar el trailer alrededor de dos o tres money-shots (esos planos espectaculares que "abren el apetito" con la única intención de que el personal acoquine en taquilla), atronar con la música, meter en el poster una cara conocida y confiar en que el que el éxito de un material previo (en este caso un multipremiado videojuego) hagan el resto. Pues muy bien. El señor John Moore (que ya avisó de sus dotes con su horripilante revisión de LA PROFECÍA) consigue una triple utopía: que un videojuego tenga mucha más enjundia, interés y profundidad dramática que su adaptación al cine, que a su lado CONSTANTINE (con la que comparte más de un aspecto) parezca una obra maestra y que uno no sea capaz de recordar nada de la película pasados 15 minutos.

¡Olé!

- Lo mejor: la chupa de Payne es molona
- Lo peor: en sí misma es "lo peor"


CABEZAS

2 vituperios:

padawan dijo...

Es que también hay que tener en cuenta qué videojuego estaba adaptando. Max Payne tenía un argumento bastante cuidado, una estética y una ambientación muy particular. Era una experiencia muy inmersiva, con lo cual, adaptarlo era complicado, no iban a conseguir que te metieras tanto en la historia. Por cierto, ¿has jugado?

Karba dijo...

Precisamente porque el material de partida era bastante potable había que exigirle algo más a esta película. Evidentemente la experiencia de un (buen) videojuego y de una peli son cosas distintas, pero es que esto es una castaña de cuidado sin la más mínima fuerza...

Sí, jugué en su momento al 1, que me pareció muy bueno, pero el 2 ni lo caté.