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 THE BOX / EEUU / 2009
Richard Kelly es un tipo extraño. Salido de la entrañas indies con esa genial marcianada teenager-existencial llamada DONNIE DARKO, muchos fueron los que le encumbraron demasiado rápido, y así se pegó el descomunal batacazo con su siguiente obra, SOUTHLAND TALES, otra marcianada tremenda, esta vez mucho más ambiciosa, que pretendía ser una cínica alegoría pop sobre los EEUU en un futuro muy cercano, y que se quedó en una inclasificable empanada mental de imposible argumento rechazada al unísono por crítica y público, pero que os recomiendo sin dudarlo. Con su carrera en el filo de la navaja, el bueno de Kelly esta vez apuesta sobre seguro (supuestamente) adaptando un célebre relato del gran Richard Matheson, ya rodado previamente para un capítulo de la famosa TWILIGHT ZONE de Rod Serling. THE BOX comienza como una especie de drama de suspense con un fuerte componente ético o moral, dependiendo de las creencias de cada uno. Un tipo con bombín al que le falta media cara le ofrece a una pareja con hijo un millón de dólares a cambio de apretar el botón de una caja. Si lo hacen, alguien desconocido morirá en alguna parte del mundo. Ellos, por supuesto, están pasando apuros económicos, y ven peligrar el futuro confortable de su retoño. La tentación es fuerte. Ella termina apretando el botón (de lo contrario no habría peli, amigos), sin saber que con su crucial decisión ha provocado que una diabólica cadena de hechos siga retroalimentándose... Interesante premisa, errático desarrollo, porque una vez que la acción en sí que vertebra la primera parte de la peli se produce, la cosa comienza a desbarrar cosa mala. Tirando de un estilo de ciencia-ficción que podríamos llamar post-conspiranoico pero llevado a terrenos muy mainstream, el cacao conceptual del segundo acto hace que las esperanzas de ver una gran, gran película se diluyan como el azucarillo en el café. Entre idas y venidas y pasotes varios, la cosa acaba siendo una empanada algo indigesta que pica de muchos referentes y trata de ser inquietante, aunque se queda sólo en delirante: gran conspiración mundial, drama intimista, recuerdos del Lynch más superficial (esos secundarios raros haciendo cosas raras al ralentí), invasiones en la sombra, ecos religiosos/trascendentes, mini-viajes en el tiempo, teletransportación, deformidades varias... y la molesta certeza de que, a falta de un demiurgo creador, los marcianos también son moralistas. Pues vaya. No obstante, y pese a lo que pueda parecer por este comentario (ya me conoceis), la película me gustó precisamente porque Richard Kelly sabe dejar su impronta personal en cada fotograma, usando las formas más asentadas en la industria a su manera para dejar huella, logrando eso tan etereo y tan difícil de conseguir en una peli, la atmósfera. THE BOX es suya hasta las trancas, no lo puede negar. La ensalada de ideas es monumental y no está bien aliñada, la regulera interpretación de una esforzada Cameron Diaz se ve equilibrada por la colosal creación de Frank Langella, uno de los elementos para recordar, y resulta que al final la película funciona como un mecanismo de relojería, con un final nada reconfortante para el espectador y coherente con la premisa inicial, si el espectador es capaz de sortear con ánimo y una sonrisa cómplice todo el desbarajuste central. THE BOX está muy lejos de ser una gran película, pero prefiero mil veces una marcianada irregular que una pulcra perfección académica. Echadle un vistazo y decidme.

PD: por cierto, ¿por que son ELLAS siempre las que aprietan el botón?...

- Lo mejor: la personalidad de Richard Kelly detrás y la  imponente presencia de Frank Langella delante de las cámaras

- Lo peor: demasiados elementos en juego sin control, Cameron Díaz no convence

  CABEZAS

1 vituperios:

Lolo dijo...

a mi todas las peliculas de este tio me saben igual...
la de Donnie Darko me gusto mucho, por ser la primera supongo, pero las demas me huelen a sofrito y me dejan bastante tibio
y cameron diaz deberia de plantearse hacer teatro pork es insoportable, la camara no la quiere (yo menos)