Culpables


Golfos


Filmografia


Parque Temático




Visionarios

GENTE EN SITIOS / España / 2013
El adjetivo "sorprendente" suele estar bastante devaluado por la facilidad con la que lo solemos utilizar. Sin presupuesto, rodada con cámara de video doméstica (nada de HD, amigos, delicioso granazo) y en escenarios reales, sin iluminar y con un equipo mínimo (cámara, sonido, actores y poco más), GENTE EN SITIOS se gana sin titubeos tan manido epíteto. Y no sólo sorpresa, sino desconcierto general es lo que transmite la última película de Juan Cavestany que, para empezar, se resiste a etiquetas. Película de episodios, sí (algunos de ellos de poco más de un minuto), y por lo tanto coral. Comedia absurda / surrealista / indie (táchese lo que no proceda). También drama desgarrado. Momentos de poesía visual (con un texto de Kafka, buen referente). Cinema Verité que lanza verdades como puños (atención al momento del politólogo Juan Carlos Monedero en un taxi) Y hasta arrebatos de genuino terror. Pura libertad. GENTE EN SITIOS (título perfecto) es un caleidoscopio de personas a ratos delirante, a ratos alucinante, a ratos hipnótico, a ratos descacharrante (soltaréis más de una carcajada, garantizado). Cavestany, sin vergüenza ninguna, nos arroja a nosotros, espectadores, a un puzzle sin resolución que a veces juega consigo mismo y la mayoría de las veces con nuestras expectativas (al final de uno de los relatos, un personaje mira a cámara y esputa: "¡¿Qué es esto?!"). Visual y conceptualmente, Cavestany es de los poquitos que ha recogido las enseñanzas del último Lynch, ése que tiene en INLAND EMPIRE su catedral, y recorre su camino en encuadres (esos primeros planos a ras de epidermis), ritmo (montaje abrupto entre planos y secuencias aparentemente inconexas) y cierto gusto por las texturas feístas. Película fragmentada, capaz de rimar horror y comedia, patetismo y pureza, que juega constantemente con la repetición de gestos cotidianos y situaciones reconocibles para darles la vuelta y llegar, invariablemente, al desconcierto, cuyo mayor peligro es tratar de "entenderla" a un nivel racional usando las herramientas habituales al encarar una película, cuando lo que Cavestany nos regala es una colección de sensaciones contrapuestas, de las que polarizan las opiniones. Insólita, brillante, kamikaze, fascinante. 

- Lo mejor: es única en su especie

- Lo peor: que sólo te parezca una tomadura de pelo

  CABEZAS


0 vituperios: