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APARECIDOS / ESPAÑA-ARGENTINA / 2007
Dirección y guión:
Paco Cabezas.
Música:
Óscar Araujo y Julio de la Rosa.
Fotografía:
Andreu Rebés.
Montaje:
Fernando Franco.
Dirección artística:
María Eugenia Sueiro.
Vestuario:
Mariana Polski.
Interpretación: Ruth Díaz (Malena), Javier Pereira (Pablo), Pablo Cedrón (Gabriel), Leonora Balcarce (Amalia), Luciano Cáceres (Manuel), Isabella Ritto (niña), Héctor Bidonde (Dr. Lehrmann), Graciela Tenenbaum (Amanda)

Aquí sigo, con el firme propósito de ver/recuperar todas las pelis de género que se han rodado últimamente en este país. Hoy toca APARECIDOS, la reciente ópera prima de Paco Cabezas, un tipo que hasta ahora sólo conocía por haber escrito SEXY KILLER (otra en la lista, aunque creo que con un tono radicalmente distinto a esta). El amigo Paco toma como punto de partida una tradicional historia de fantasmas, algo a priori no muy apetecible, pero tiene el suficiente tino (y un punto de atrevimiento) para mezclarla con otras hierbas: la road movie y, ¡oh sorpresa!, el drama con el epígrafe "basado en hechos reales". Y también unas gotas de serial-killer. Un curioso cocktail, sin duda.

Aunque la cosa no arranca de la mejor manera posible (esa secuencia en flash-foward que pretende ser impactante no funciona porque aún no sabemos nada de los personajes, por lo que pasa ante nuestros ojos sin pena ni gloria), en seguida el ritmo se ajusta y nos vemos inmersos en una road movie que promete. Un hallazgo el formato panorámico de la imagen, la clásica composición horizontal, ideal para rodar grandes parajes y carreteras desiertas por las que circula un coche desvencijado. Porque, por estúpido que parezca, el casting de coches de esta película es realmente cojonudo. Supongo que en Argentina uno puede lanzarse a quemar kilómetros en esos cacharros tan chulos, porque desde luego aquí a la media hora ya te han jodido la aventura por no haber pasado la ITV. No puedo imaginar esta misma historia rodada en España con un Seat Panda. Además, Argentina no es un paisaje arbitrario en la película. Las lamentables atrocidades que allí ocurrieron a finales de los 70 y principios de los 80 durante la dictadura en seguida toman fuerza como el trasfondo emocional y narrativo de la trama, algo que el director/guionista sabe tratar con la suficiente delicadeza y respeto como para no ser apedreado en la plaza pública, pues ya sabemos que hay mucho espectador que sigue pensando que "con algunas cosas no se juega", y menos si el asunto se trata dentro de una película de género.


Y sí, efectivamente, con lo que se juega aquí es con los muertos anónimos, con la tristemente célebre Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), con las torturas y vejaciones, con la impunidad aún hoy en día, y con esa vergüenza que algunos quieren seguir ocultando (o simplemente ignorando). Los aparecidos a los que se refiere el título son los desaparecidos, sí. Los muertos sin paz que vagan por el mundo esperando un (pequeño) acto de justicia, un tema recurrente en el cine de fantasmas pero que aquí adquiere un loable giro dramático. Afortunadamente el tono se mantiene bien durante toda la película, incluso hay momentos distendidos y juguetones (las alusiones a los estereotipos de las pelis de terror son bastante cachondas), los jóvenes protagonistas están muy bien (se agradece que no sean caras conocidas), no hay alardes efectistas ni derroche de efectos, lo que también se agradece, pero lamentablemente falta algo de fuerza y un poco más de atrevimiento una vez puestas las cartas sobre la mesa, esa sensacion de que la película podría haber llegado un poco más lejos en su planteamiento. Ahí está para demostrarlo esa secuencia en la que la mujer cuenta a la prota, que se deshace en lágrimas al escucharla, el vil asesinato de su hijo, resuelta con una sencillez pasmosa y una emoción contenida que hiela la sangre.


No obstante, aplausos para Paco Cabezas por esforzarse por regalarnos algo distinto a lo habitual, por su honestidad y por su evidente pericia detrás de las cámaras, construyendo un film de aspecto clásico y muy elegante que sabe jugar bien sus cartas, que no decae, y que logra sacar de las tinieblas, una vez más, a tanto hijo de puta que aún sigue vivo por ahí con la manos manchadas de sangre. Me pregunto si por aquí alguien seguirá la estela de EL LABERINTO DEL FAUNO y tendrá el atrevimiento de hacer algo similar con nuestros desaparecidos, los que aún se revuelven bajo tierra en esas fosas comunes, nuestros fantasmas...

- Lo mejor: la combinación de géneros funciona la mayor parte del tiempo... y los coches
- Lo peor: el tono melodramático de la última secuencia, que trata sin pudor de plagiar el "estilo Shyamalan" de EL SEXTO SENTIDO. La música va a su bola.


CABEZAS




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