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Las DELICATESSEN del año, ni LO MEJOR ni LO PEOR, sólo ese grupúsculo de películas (y eventos o confabulaciones) que hay que rescatar del olvido. Sin orden ni ranking específico. Sólo para tus ojos.


APOCALIPSIS Y ALCOHOLISMO
Ya lo sabemos: el Apocalipsis está de moda. Ya sea en forma de plaga zombie o porque la Madre Tierra está encabronada, el fin del mundo vende. Todo muy serio. Al menos hasta que este verano coincidieron dos comedias que le daban una vuelta de tuerca distendida al asunto. THIS IS THE END es la propuesta norteamericana, una enorme broma autoparódica y amiguetil en la que (casi) todos los integrantes de la "nueva comedia americana" se arrejuntan para interpretarse a sí mismos y beber, fumar, esputar tacos y encarar con resaca un fin del mundo infernal. Burda, absurda, soez y demencial: ultradivertida. La respuesta inglesa al eructo yanqui llegó (casi) por sorpresa de la mano del aún infravalorado Edgar Wright, que dio por concluida su "trilogía del Cornetto" con THE WORLD´S END, una absoluta delicia cuyo eslogan ya lo dice todo: "Una noche. Seis amigos. Doce pubs. Aniquilación total. Barmageddon". ¿Queda claro? Al grupo terrorista habitual se le añade el gran Martin Freeman para redondear esta hidratante y jugosa pinta de cerveza negra. Podría haber estado fácilmente en LO MEJOR. Por supuesto, ambas para disfrutar del tirón, birra en mano y en la mejor compañía.



PAIN & GAIN
Si me dicen hace un año que una película de Michael Bay iba a estar en las DELICATESSEN les hubiera pedido el teléfono de su dealer. Ha resultado que PAIN & GAIN llegó de tapadillo, casi por sorpresa, y junto con PACIFIC RIM, es el mejor blockbuster de este verano de encefalograma plano. Aunque la vendieron como otra de acción hiperbólica con ritmo de videoclip electrolatino (mucha atención al poster), PAIN & GAIN es, posiblemente, la mejor comedia negra del año. Bay narra las lamentables peripecias criminales de tres idotas dentro del mundillo del culturismo, en la linea de los mejores trabajos de los Coen. Y ojo con la vis cómica de Dwayne Johnson.



NEO NOIR / McCONAUGHEY
Aunque son cuatro películas muy distintas, y una de ellas es de finales del año pasado, hay algo que las conecta, esa personal visión del cine negro norteamericano desde las tripas. Me refiero a KILLING THEM SOFTLY, KILLER JOEMUD y PRISONERS. Cuatro peliculones que aúnan a cuatro directores que son canela fina. Andrew Dominik, William Friedkin, Jeff Nichols y Denis Willeneuve desarrollan sus propuestas en una linea seca y cortante, deudora en sus formas de los setenta pero con un tono mucho más sombrío y oscuro, películas duras que, aunque a ratos abrazan un humor negro y pegajoso como la brea, nunca dan su brazo a  torcer ni tampoco se acercan a esa especie de desmitificación postmoderna tarantiniana. Poca broma. El trabajo de los actores es espectacular en todas (el reparto coral de KILLING THEM SOFTLY es de quitarse el sombrero), pero destaca el rubiales de Matthew McConaughey, protagonista tanto de KILLER JOE como de MUD, que interpreta a un par de personajes complicadísimos (y muy distintos) con pasmosa facilidad, una cosa tremenda que debería colocarlo en todas la quinielas para los tropecientos premios del año que están por llegar. Esta avalancha noir confirma además la querencia por tan noble género de sus directores, cada uno de ellos aportando su torcida visión acerca de la Norteamérica que conocen, un hálito existencial que va desde el nihilismo descarnado de KILLING THEM SOFTLY a las luminosas penumbras morales de MUD, pasando por la sordidez desesperada y polvorienta de KILLER JOE (ojo que Friedkin está rodando el mejor cine de su carrera con casi ochenta años) o la desolada sensación de escarcha que PRISONERS deja en la piel, quizás la que tiene más hechuras de thriller hollywoodiense de este suculento pack porque incorpora la figura de un asesino en serie. Curiosamente, la presencia de la policía como elemento del relato brilla por su ausencia, y cuando aparece es de la menos noble y honesta forma posible. Si Enrique Urbizu hubiese estrenado este año, sería la quinta de la lista, seguro.



BLUE & MALONE. DETECTIVES IMAGINARIOS
En un año tan regulero para la animación tengo que destacar este espectacular cortometraje español que condensa en sus 20 minutos más de lo que ofrecen muchos largos. La peliculita en formato condensado de Abraham López y la gente de EL VIAJE IMPOSIBLE es un sincero ejercicio de amor por todas las técnicas de animación (2D y 3D) que además es un corto de integración con imagen real, un proyecto casi suicida en nuestra industria que ha demostrado que el que se arriesga obtiene recompensas. BLUE & MALONE tiene como referencia inmediata ¿QUIÉN ENGAÑÓ A ROGER RABBIT?, pero apunta a que detrás de esta historia hay todo un mundo por explorar. Se oirá hablar de estos detectives imaginarios en 2014.



WRONG
Quentin Dupieux es un marciano que habla francés. Aunque WRONG es de 2012, tenía que estar. Dupieux continúa el camino trazado con su fundacional STEAK hacia esa especie de "comedia de la desesperación" en la que las cosas simplemente pasan, sin razón aparente, y entre acciones y reacciones incomprensibles sólo media el desconcierto. Como un solomillo deconstruido en las cocinas de un Bulli mefistofélico cuyo principal condimento es el absurdo de la existencia. No es RUBBER, su masterpiece hasta la fecha, pero Dupieux sigue en sus trece. Y por muchos años. Grande.


Hasta aquí estas delicatessen, picoteos audiovisuales que uno no debe olvidar de este 2013. Por supuesto, podrían haber entrado otros estímulos como la estupenda MAMÁ, INSENSIBLES, ANTIVIRAL, THE LAST WILL AND TESTAMENT OF ROSALIND LEIGHla demencial V/H/S 2 (muchísimo más potente que la primera) o el mejor found footage del año dirigido por Renny Harlin, THE DYATLOV PASS INCIDENT, pero como casi todas han sido ya reseñadas por estos lares, no os doy más la brasa. Próxima parada: LO PEOR DE 2013... y vayan afilando sus cuchillos...


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