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Con la celeridad que me caracteriza, agonizando ya enero, vamos con la segunda parte (y última) del resumen del año pasado. Ahora toca activar el modo caos. Aquí cabe desde una horda de pequeñas (y grandes) delicatessen que no se deben dejar pasar, hasta el grupúsculo de las que yo sí he dejado pasar, pasando por los truños más gordos del año, debidamente categorizados. Sin más dilación, entramos en el primer bloque, algunas de las cuales, sin problemas, podría ir dentro la lista de las 10 mejores a la vez que en las peores, seguramente. Cosas de SESIÓN GOLFA. Todas ellas, por supuesto, altamente recomendables, y algunas de ellas ya comentadas en el blog, pinchando en sus posters. Por supuesto, hubo otras destacables o recomendables, pero aquí tenéis mi lista, sin orden ni concierto:

8 DELICATESSEN

HOBO WITH A SHOTGUN
Cuando el cine grindhouse y las midnight movies parecían condenadas a la fugaz y efímera reivindicación de los Tarantinos/Rodriguez o a la caterva de heces serie Z sin fundamento, llega este HOBO y te encañona para poner las cosas en su sitio. Mucha mierda es lo que hay. Película cerda, enervada, de texturas alucinógenas, furiosa y demente, bastarda entre una de la Troma y las de justicieros callejeros: irresistible. Apta sólo para paladares exquisitos, con un nivelazo ético y estético que la eleva por encima de todas las de su liga, HOBO es y será, también, la jeta de un Rutger Hauer inmenso, bestial, su mejor papel desde que puso carne a aquel mítico Nexus 6.


STAKE LAND
Jim Mickle es un crack. No me canso de recomendar su MULBERRY ST, pero con STAKE LAND sube el listón. Road movie apocalíptica en un mundo infestado por vampiros rabiosos (muy cerca del zombie moderno y trotón), historia de iniciación y amargo canto a la esperanza, esta "tierra de la estaca" supera a las que juegan en su misma liga (miriadas de series B insustanciales con la invasión zombie como reclamo) por su tono y su aspecto indie. Porque STAKE LAND es una peli realmente muy triste, por momentos desoladora, en realidad un jodido drama existencial, jugarreta que, en el buen sentido, Mickle nos cuela con su apariencia de género estándar. Sólida como una roca, carismática, intensa. Hermosa.


RANGO
En el conservador mundillo de la animación a veces pasan cosas. Con Pixar bajando el pistón, Dreamworks a lo suyo y Blue Sky tirando a rebufo, mediocre año para los píxeles animados, llega este camaleón tan friki como parece en la peli familiar más marciana del año. Tampoco es que sea revolucionaria, pero la intención de Gore Verbinski y los suyos de alejarse de todos los citados es admirable, y a ratos brillante. Sólo así puede entenderse las constantes citas cinéfilas y contraculturales (desde el spaghetti-western hasta Hunter S. Thompson, oiga), el estrambótico diseño de personajes, la construcción delirante de algunos de sus gags y su cuidadísimo tratamiendo de la luz y las texturas. Una atrevida virguería.


CARNE DE NEÓN
O cuando la copia casi roza a sus referentes. Paco Cabezas, señor al que SESIÓN GOLFA le tiene especial cariño, guionista/director de nuestra generación, se desquitó a gusto en 2011 con CARNE DE NEÓN, puesta de largo (literal) de un corto previo. Guy Ritchie + Mr. Tarantino son sus únicas influencias (mas unas gotas Almodóvar), a las que magrea con furia y empuje en esta comedia negra de balas perdidas, redención, violencia y sarcasmo, ingobernable joyita que logra identidad propia más allá de las evidencias. Mención especial para una estratosférica Ángela Molina y Mario Casas, el único actor joven rescatable de esa panda de efebos televisivos de los que soy incapaz de distinguir unos de otros.


ATTACK THE BLOCK
Ni SUPER 8 ni PAUL, la ganadora retro-ochentera del año es esta modesta delicatessen inglesa que logra destilar por los cuatro costados ese estilo tan de moda ahora, antes despreciado. La falta de pretensiones y la sencillez son sus mejores bazas, una aventura adolescente que mira de reojo a los 80 pero que, por ese brillante retruécano del guión, resulta actual y, ¡aleluya!, con subtexto inquietante, sin perder su encantador aliento inglés y rindiendo pleitesía tanto a LOS GOONIES como al maestro John Carpenter. Hasta cuando los marcianos invaden la Tierra, los que pierden siempre son los mismos. Lo dicho, una delicia macarra que ya ha colocado a Joe Cornish (también coguionista de TINTÍN) en el mapa.


ANOTHER EARTH
Cambio de tercio para una muestra de eso que llaman hard sci-fi (jaaarl: ciencia ficción de concepto, sin efectos), que se confronta con todo aquel que piensa que es un género que sólo aspira a la evasión. Por lo tanto, aviso, el pistón narrativo baja hasta ritmos comatosos e intimistas, buscando la contemplación y la reflexión, en una película que no sé si es un drama con disfraz de género o todo lo contrario. De hermosísima factura visual y andares indies, su lento devenir hacia el corazón humano, multiversos mediante, se beneficia, además de por un polémico final (para mí impecable en su sencillez), por la sentida y sutil interpretación de Brit Marling, también coguionista del film. Una preciosa miniatura cinematográfica.


SECUESTRADOS
El cliché del asalto violento a un chalet de lujo ya es un subgénero dentro del thriller, a veces jugando con el terror, torture porn mediante. Sobre todo desde que Michael Hanneke lograse la beatificación crítica con sus dos FUNNY GAMES. Desde entonces, miriadas de films de idéntica estructura han campado a sus anchas, la mayoría puras explotations-basura, pero algunos, como LOS EXTRAÑOS o ésta, pequeñas joyas de orfebrería visual. Un tour de force de Miguel Ángel Vivas tan intenso, brutal y enervante que quita el aliento. Montado alrededor de seis o siete planos secuencias, sus alardes narrativos funcionan como una jodida espoleta hasta que todo estalla con ese final, sencillamente, atroz. Una obligación para los estómagos y corazones más curtidos.


SED DE VENGANZA
Con semejante título y el careto de Dwayne "cachocarne" Johnson en portada, lo lógico es salir huyendo en dirección opuesta. ¡Craso error! FASTER (su mucho mejor título original) es el reverso anabolizado de DRIVE amigos, ideal para zamparse en una sesión doble los dos mejores thrillers del año. Obviamente, ésta tira más por el desenfreno y la acción pura (y tan pura que la cosa se pone abstracta, hasta en el nombre de los personajes), lo que no impida que nos encontremos con una peli sólida y maciza como su protagonista, directa y al grano, cojonudamente rodada y de trepidante ritmo, y que ofrece hora y media de disfrute sin complejos. Hacedme caso.


Pasemos ahora a lo que muchos buscan con sano sadismo: lo peor del año. Como siempre, advierto: aquí no hay pelis malas per se. Paso de las comedias de Adam Sandler, el último horror de ardillas parlantes,  las peripecias de pijas de shopping en Nueva York, gores de serie Z que ya se gestaron desde el vertedero, historias de sonrojantes vampiros pedorros aficionados a la castidad o chuscas comedietas patrias con policías grasientos. Que el infierno se las trague. Aquí van esas películas que, teniendo potencial o atractivo a priori, les ha salido el tiro por la culata. Debidamente premiadas.


LO PEOR DE 2011

Premio "Colesterol a paladas" para... 
CONAN EL BÁRBARO
Normal si el encargo se lo hacen al inútil de Marcus Nispel, que nunca dice "no". El intento de "actualizar" algo tan potente como el Cimmerio naufraga en desastre total entre bostezos, cámara con Parkinson, guión de dos páginas y peleas a lo Street Fighter, con el obligatorio despiporre digital saltarín. La destrucción de la puesta en escena. Larga, reiterativa y aburrida, sonroja ver a un Conan enamoradizo (¿?) soltando gilipolleces a la luz de una hoguera (???). Si acaso, salvar entre tanto colesterol fílmico la siempre gratificante presencia de Ron Perlman. Muchachada, ¡que no os engañen estos mequetrefes repeinados de Hollywood!. Jovenzuelos nacidos en los 90, tirad de redes y haceos con la obra maestra de John Milius y Schwarzenegger. ¡A la voz de ya!


Premio "Truño con tentáculos" para...
LA SOMBRA PROHIBIDA
Si fuese una trilogía, fijo que la tercera ya tenía su puesto entre lo peor de 2012. Afortunadamente, mortales, la cosa se quedó en dos. Gracias. Es difícil describir con palabras la alta traición que Jose Luis Alemán ha perpetrado con el universo del maestro de Providence. Es difícil hacerse una idea de lo mal que está todo en esta película. Y lo que es peor: es difícil siquiera pensar en una distancia mayor entre pretensiones y resultados. Eso si que es terror abisal, angustioso y cósmico, no este folletín sectario de bolsilibro, de demencial guión, seriedad impostada, dirección de teatrillo de parvulario y unos diálogos... ¡qué diálogos! recitados por unos actores... ¡qué actuaciones amigos!. Terrorífica.



Premio "¿Pero en qué estabas pensando?" para...
THE WARD
Esta duele. Que la peor película de uno de tus directores-fetiche sea la última, y sobre todo después de siete años en el dique seco... duele. Ignoro si rodada por obligación o por devoción, pero aquí el maestro John Carpenter tan sólo roza el aprobado, seguramente  la única mancha negra de una filmografía intachable y admirable. Carpenter se apunta a la moda de fantasmas en un manicomio y a los giros de guión imposibles y finales epatantes, pero le sale una cosa amorfa sin garra ni nervio, muy fofa en sus secuencias de suspense (incomprensible), pero que al menos regala algunos destellos de ese genio y elegancia como narrador que, esperemos, no haya perdido para siempre. La decepción más gorda del año.



Premio "¡Que vienen los comunistas!" para...
INVASIÓN A LA TIERRA
Este pedazo de mierda hollywoodiense es tan anacrónico, reaccionario, pro-bélico, estúpido en esencia e imperialista de facto que cuesta creerlo. Una especie de viaje mental sesenta años atrás, a plena guerra fría, tratando de mimetizar aquellas pequeñas delicias fílmicas patrioteras e inocentes que hacían creer a los espectadores texanos que sus USA eran el ombligo del universo, y todo lo demás un peligro para el  sacrosanto "american way of life". El problema es que estamos en el s. XXI, amigos. Pues supongo que esos rednecks endogámicos han debido pasarlo teta con este panfleto sonrojante, carente de cualquier atisbo de ironía o inteligencia, a la vez que se masturbaban con el programa del Tea-Party en la otra mano.


Premio "Que nos la dan con queso" para...
SUPER 8
Paradigma de película con todos los ingredientes para ser grande, que ya es una obra maestra antes del estreno, y que después se desinfla como un gurruño. Que si J.J. Abrams es un visionario moderno, que si Spielberg le produce el juguete y le da su bendición, que si os enseño un trailer soberbio lleno de sugerencias...  SUPER 8 es un perrillo mojado que te mira todo el rato con cara triste, suplicando tu cariño porque sabe que te recuerda a ese otro que tuviste en tu infancia. Una fotocopia escaneada que, si sólo hubiese aprovechado alguna de las ideas que maneja, hubiese sido puro gozo. Pero no. No basta con jugar sólo con los recuerdos del respetable. Además hay que hacer una buena película. Y SUPER 8 es el triunfo del mercado. Nada más. Si queréis recuperar ese cine que tanto reivindica Abrams, tenéis ATTACK THE BLOCK.

Y otro año sin una ración de LYNCH que llevarnos a la boca...

Finalizo ya la parrafada con un listado a botepronto de todo aquello que se me ha escapado en 2011, que tengo pendiente y que, espero, vosotros completéis debidamente con vuestra sabiduría y recomendaciones. EVA, la opera prima de Kike Maillo; NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS, de Enrique Urbizu; HUMAN CENTIPEDE 2, del puerco de Tim Six; EL TOPO, del sueco que nos regaló DÉJAME ENTRARVERBO, salto al largo de Chapero-Jackson; LIVIDE, de los responsables de aquella barbaridad llamada A L´INTÉRIEUR; THE GREEN HORNET, o Michael Gondry con una de superheroes... Y aquí termina mi repaso a lo más granado de 2011. Gracias por pasaros, malandrines.


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