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SHUTTER ISLAND / EEUU / 2010
Dirección: Martin Scorsese
Guión: Laeta Kalogridis; basado en la novela de Dennis Lehane 
Producción: Mike Medavoy, Bradley J. Fischer y Martin Scorsese
Fotografía: Robert Richardson
Montaje: Thelma Schoonmaker
Diseño de producción: Dante Ferretti
Vestuario: Sandy Powell
Interpretación: Leonardo DiCaprio (Teddy Daniels), Mark Ruffalo (Chuck Aule), Ben Kingsley (Dr. John Cawley), Michelle Williams (Dolores Chanal), Patricia Clarkson (Rachel), Max Von Sydow (Dr. Naehring), Jackie Earle Haley (George), Emily Mortimer (Rachel)


Una semanita ha esperado su turno la nueva película de Martin Scorsese en la recámara de Sesión Golfa, el tiempo que han necesitado mis neuronas para poder escudriñar los cientos de vericuetos creativos y narrativos de SHUTTER ISLAND, una peli que me sugiere más preguntas que respuestas me ofrece, a muchos niveles.  Una para empezar: Scorsese es un clásico moderno, todos conocemos en mayor o menor medida su filmografía, y algunas sus imágenes ya forman parte de nuestra formación cultural, de nuestra vida, así que me pregunto hasta qué punto puede influir su propio nombre a la hora de comentar una película tan peculiar como SHUTTER ISLAND. ¿Mi percepción de la película sería distinta si no supiese nada de ella, si no tuviese acceso a los créditos, si el nombre de su director fuese invisible? Segunda cuestión: ¿es SHUTTER ISLAND una peli de género o una peli de autor? ¿O más bien las dos cosas? Y por último y más importante: ¿es SHUTTER ISLAND una buena película?


Mi impresión inicial nada más terminar la proyección: ésta es una de esas pelis que a priori no admiten medias tintas, o entras en el juego y la disfrutas como un enano o te parece una soberana tomadura de pelo, cualquiera de las dos opciones son legítimas y perfectamente viables. Desde la primera imagen que vemos (creo que definitoria del sentido de toda la película, un barco emergiendo entre una densa bruma gris) la sensación de extrañeza se apodera de los sentidos. En pocos minutos ya estamos metidos en harina: esto es un thriller con todas las de la ley, un auténtico film noir ambientado en los años 50, una historia de tintes clásicos que trata de aclarar una desaparición. Dos detectives, un misterio y un espacio físico (y metafórico) que resulta impactante e imponente: una prisión de máxima seguridad aislada en una isla cuyos presos son enfermos mentales. Ahí es nada. A partir de ahí, una diabólica tela de araña que se va desplegando poco a poco mientras acompañamos al detective Teddy Daniels en sus pesquisas, una historia que se retuerce sobre sí misma hasta mutar el sentido de la realidad del protagonista y del espectador mismo y convertir la película en otra cosa, y perdonad que sea tan críptico pero os tengo mucha estima y a nivel argumental aquí me debo plantar. Me lo agradecereis.

SHUTTER ISLAND es una película que requiere una especial atención a los detalles, a todo lo que vemos y oímos. Mientras el viejo zorro neoyorquino nos lleva de la mano a través de la apasionante investigación y uno se dedica a atar cabos argumentales, absorto, resulta que incrustados en cada secuencia, en cada plano, hay detalles casi subliminales que van cargando la peli de un sentido que la hace trascender y redirigirla sin prisa  pero sin pausa a otro nivel de narración que, como es de suponer, implosiona en el tramo final de la película y la transforma. Scorsese, genio y figura, utiliza a su antojo sus géneros preferidos y va punteando este thriller  tan modélico como marciano con secuencias que se deslizan hacia otros sabores: el melodrama, pequeños toques bélicos, momentos oníricos y surrealistas y, ovación amigos... ¡cine de terror!. Pues sí, al menos dos secuencias completas (la del cementerio, de un gótico desaforado, y la del módulo C, puro horror expresionista) mezclan con temple los aromas del thriller (del que nunca se huye del todo) hacia un cine de género que, para sorpresa de un servidor, ya me hace desear una peli de terror del bueno de Martin. De hecho, ese aire enrarecido, sórdido y tormentoso, como de constante peligro inminente que rodea a toda la película, me hace pensar si, en realidad, no estamos más bien ante una muestra de terror psicológico disfrazada de thriller. Como os dije, muchas preguntas en el aire... Se ha comentado mucho también del preciso toque hitchcockiano de la peli, y lo cierto es que es algo difícil de rebatir. Hitchcock, el más oscuro e inquietante (VÉRTIGO o RECUERDA, quizás, y también LOS PÁJAROS) sobrevuela sobre SHUTTER ISLAND como una sombra alargada, sin duda un pequeño placer que se da a sí mismo un tipo tan cinéfilo como Scorsese. Me pregunto qué habría hecho Brian De Palma con semejante material... ¿dónde te escondes, Brian?. Pero no sólo Hitchcock, también obras maestras del cine negro clásico como LAURA o CORREDOR SIN RETORNO, de Samuel Fuller, están por aquí en mayor o menor medida, al igual que otros grandes de la serie B. Un homenaje soterrado que, en manos de cualquier otro, probablemente sería simple plagio.


El meollo de la cuestión, quizás, sean los polémicos momentos oníricos. Ejerciendo de orfebre, Scorsese engarza la trama con secuencias soñadas por Teddy Daniels, estallidos del subconsciente en los que, obviamente, se agazapan algunas de las claves de la película. Lo genial del asunto es que estas piezas (algunas de ellas bellísimas) no se aislan del conjunto, sino que más bien lo van fagocitando hasta trastornar la regla universal del cine: el punto de vista. No es que el punto de vista cambie de un personaje a otro, es que la propia naturaleza del mismo se transforma: lo que comienza siendo un relato objetivo muta en una subjetividad paranoica poco a poco hasta llegar a ese punto que suele poner nervioso a buena parte de la platea: "coño, ¿lo que estoy viendo es real o imaginario?". Desde los tiempos de la olvidada AL LÍMITE, con Nicholas Cage de conductor de ambulancias (peli a reivindicar pero ya), Scorsese no había hecho uso del delirio con una firmeza y convicción tan potente, y ese es precisamente el único escollo al que se tiene que enrentar el espectador, al que Scorsese, desde el principio, le ha planteado una cuestión básica: "¿juegas o no juegas?". Si la respuesta el afirmativa, vas a disfrutar mucho. Si tu cerebro se resiste, la película se te desmorona como un castillo de naipes.

Vamos con la estrella de la función. Siempre he pensado que el peor enemigo de Leonardo Di Caprio es su propia jeta de eterno jovenzuelo. Aprecio sus esfuerzos por salirse del canon, especialmente con su ya dilatada alianza con Scorsese (con la excepción de su inverosímil personaje para GANGS OF NEW YORK, que me destrozó la peli por sí solo), pero no he acabado de tragármelo en sus papeles adultos hasta SHUTTER ISLAND. Aquí sí. Di Caprio lidia con el personaje más difícil y complejo de su carrera, y no me queda otra que quitarme el sombrero ante un trabajo tan currado, sutil y entregado. El plantel que le rodea (pues su personaje es el prota absoluto de la función) está a la altura, lanzando constantes guiños al espectador en ese subtexto escondido que os comentaba. Desde los psiquiatras interpretados por Ben Kingsley y Max Von Sydow (eso es ir sobre seguro, qué cracks) hasta el personaje de Chuck, el compañero de Daniels, encarnado por Mark Ruffalo, un secundario sólo en apariencia anodino.


Si algo puede resumir una peli tan compleja y apasionante como SHUTTER ISLAND quizás sea la completa, redonda ambivalencia de su final. Cuando creemos que ya está todo el pescado vendido, el cabrón del italoamericano nos regala una última secuencia que retuerce la función en un nudo final, y con un ultimísimo plano que consigue, por sí solo, elevar a la película hasta una ambigüedad casi perfecta, dejando al espectador entre noqueado y desnortado. Si tienes a alguien al lado, sólo te hará falta mirarle la cara, pues lo más probable es que los dos tengais dos versiones distintas de la peli, y lo más cojonudo es que ambas pueden ser válidas. A la postre, SHUTTER ISLAND me ha parecido un auténtico y genuino divertimento cinéfilo de Martin Scorsese. Un artefacto que juguetea sin compasión con los géneros y las espectativas del espectador, una película que transpira pasión por el cine, una joya (otra más) en la filmografía del maestro, que será considerada como una "obra menor" pero que en mi opinión resulta mucho más estimulante y apasionante que sus últimas pelis, en las que la palabra "riesgo" parecía haber sido borrada del diccionario personal del director. Además, tengo la intuición de que SHUTTER ISLAND ganará con el tiempo, y soportará como una campeona la dura prueba del segundo visionado, algo en lo que la mayoría de su estilo suelen fracasar estrepitosamente. Sí, disfruté mucho con la última de Scorsese. Como un enano.


- Lo mejor: Martin Scorsese se arriesga en plan kamikaze con la fuerza de un principante y la sabiduría de un maestro

- Lo peor: es muy exigente con el espectador

  CABEZAS




8 vituperios:

Unknown dijo...

Paso totalmente de leer la reseña porqué voy a pez total a verla, pero estaba esperando una calificación de este calibre para decidirme de una vez por todas ya que sus últimos largos no me han gustado demasiado (por no decir nada), pero le tenía cierta confianza a este thriller negro... gracias señor Karba...

Lolo dijo...

jajaja me pasa lo k a alexcore, no he leido nada y he tirado directamente a ver las cabezas...

ya me han aconsejado por varios lados k no lea nada y k la vea ya mismo. en cuanto pueda...

Karba dijo...

jejejeje, como no os guste me vais a curtir el lomo...

De todos modos, lo de las cabezas no es más que un número, a veces muy difícil de sopesar, suelo ser muy respetuoso con el asunto de los spoilers cuando la ocasión lo requiere, como en este caso, pero la opción de verla sin saber poco o nada del asunto me parece la mejor.

Espero vuestros vituperios!

Unknown dijo...

Pues nada ya la he visto, y desde Casino que no disfrutaba tanto con una de sus pelis, tan grande como el propio cine y hecha para uso y disfrute del apasionado de la calidad y la maestría detrás y ante la cámara, impresionante final y a mi si que se me quedó cara de flauta, suerte que no había nadie más conmigo porqué la cara de panoli era de foto..je je je... grande Scorsese

Karba dijo...

Bien, bien, me alegro que la película te haya entusiasmado tanto como a mí. Es pura carne de "culto", como dicen por ahí, y una alegría que Scorsese aún esté dispuesto a asumir riesgos bien gordos.

Más, quiero más comentarios!

Anónimo dijo...

Hola,
Yo he visto la película y me ha parecio genial. Sólo que me he rayado con un tema que no consigo averiguar y ya no se si es que a mi se me ha ido la pelota o realmente pasó porque no he encontrado nada sobre ello.
Si alguien no la ha visto que no lo lea lo siguiente....
El tema es que cuando al final DiCaprio llega al faro y se encuentra con el psiquiatra, no recuerdo las palabras exactas, pero le dice algo asi como que se seque que está empapadA (le habla como si fuera una mujer!!!) DiCaprio le dice: "que estás diciendo" y el psiquiatra le contesta algo así como: "me has oido perfectamente".
¿Esto es así o estoy peor que los del pabellón C?

Karba dijo...

Anónimo, lo que comentas también me llamó la atención, cierto. La frase que le suelta el psiquiatra exacta es: "Cielo, estás empapada". Mi teoría:

**SPOILER COMO UN TREN, AVISO**

es una reminiscencia del hecho traumático final que el doctor le suelta a Teddy para provocarle e incitarle, para que enfrente de una maldita vez la tragedia y "confiese" (seguramente esa frase ya la habría oído de boca de Danniels en alguna terapia previa). Como vemos al final en el flashback, es él mismo el que le dice esa frase a su mujer cuando vuelve a casa antes de descubrir el pastel. Lo más curioso es que Scorsese mete la frase en el momento menos indicado, en pleno climax, por lo que me pareció un momento hilarante con un sentido del humor muy negro y absurdo en el contexto en el que sucede. Scorsese es un cachondo.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, es un cachondo...
Gracias por tu aclaración!
Tu página es una pasada.

Saludos,